Premios “¡viva zapatero!” 2006

Premio “Hablar sin pensar” para Carmen Calvo, ministra de Cultura, por sus más que documentadas y exitosas declaraciones.

Premio “Labor más inútil” para la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, por su “savoir faire” (saber hacer) dialéctico al frente de este inservible ministerio.

Premio “Demagogias” para José Bono, ministro de defensa, compartido con José Blanco, secretario de Organización del PSOE y con Elena Espinosa, ministra de Sanidad, por su labor colectiva de explicarnos con palabras lo que nadie entiende con los hechos reales.

Premio “Pitonisa” para Fernando Moraleda, secretario de Estado de Comunicación, por sus premonitorias declaraciones.

Y, por supuesto, el primer premio “Bocazas del año” a José Luis Rodríguez Zapatero, por sus conocimientos musicales, su empatía, su objetividad, su incomparable verborrea, su prudencia, su reiterada sinceridad, su claridad de ideas, su visión de futuro y su infalible memoria (histórica).

Bravo, presidente, bravo.

Ansiosos estamos de escuchar las nuevas y jugosas declaraciones con que nos deleitarán en el año 2007 y les deseamos, de todo corazón, que aprendan a hacer mejor su labor este año. Aunque supondría un mayor reto hacerlo peor, esperamos grandes cosas de ZP y sus colaboradores.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Es difícil dar un premio entre tan buenos candidatos.
Yo tengo una sección llamada necios de la que ya llevo cuatro entregas y que si tuviera que elegir sólo una tontería d entre las dichas no sabría con cual quedarme.
Saludos.

SEGArcadia dijo...

Eres un crack...
Me parto la caja. Mu güeno. :p

Maui Ramirez dijo...

El de la ministra Trujillo me ha encantado...

¡Me parto! XD

No estoy segura de lo que voy a decir ahora, me lo han contado pero no lo he contrastado:

El Ministerio de Vivienda existió en la época de Franco y después nunca más hasta la actual legislatura.

Su capacidad de acción en el país es nula porque las competencias de vivienda están cedidas a las autonomías.

Es un Ministerio que no hace nada porque no puede. Trujillo (que vergüenza, es de mi tierra) es doblemente inútil.

¡Ya le vale!